Diferencia entre arte y diseño

Índice de contenidos

• ¿Cuál es la diferencia entre arte y diseño?
• El arte pregunta, el diseño responde
• La manera con la que el público o audiencia interactúa con ellos
• La función de cumplen
• Las habilidades de quien los realiza
• En conclusión...

El arte y el diseño son dos disciplinas que, aunque comparten ciertas similitudes, tienen objetivos, enfoques y procesos creativos completamente diferentes. El arte es una forma de expresión libre, donde las emociones, las ideas y la subjetividad toman el protagonismo, mientras que el diseño se enfoca en resolver problemas, comunicar mensajes claros y satisfacer necesidades específicas a través de soluciones funcionales y estéticas.

A lo largo de la historia, estas dos áreas han evolucionado de maneras únicas, pero también han encontrado puntos de conexión que enriquecen tanto la creatividad como la innovación.

¿Cómo saber cuándo estamos frente a una obra de arte o un diseño? ¿Qué criterios determinan sus diferencias? En este artículo, exploramos sus principales características, sus áreas de convergencia y cómo estas disciplinas influyen en nuestra vida cotidiana. Continúa leyendo para entender mejor su impacto y relevancia en el mundo moderno.

¿Cuál es la diferencia entre arte y diseño?

Podríamos escribir una tesis entera respondiendo esta pregunta, ya que las diferencias entre arte y diseño han generado debates durante siglos.

A grandes rasgos, ambos sirven a propósitos distintos. Mientras el arte busca comunicar ideas, emociones o perspectivas subjetivas, el diseño tiene un enfoque más funcional, orientado a resolver problemas o transmitir mensajes claros de manera eficiente.

Sin embargo, las fronteras entre ambos no siempre son nítidas. Hay quienes consideran que algunos diseños alcanzan un nivel artístico excepcional y que merecen ser llamados obras de arte. Asimismo, no es raro ver a artistas cuya obra termina formando parte de diseños gráficos, como carteles, portadas de libros o campañas publicitarias.

También existe la postura de que el arte y el diseño gráfico son simplemente dos caras de la misma moneda, o incluso que no existe diferencia alguna entre ellos.

A pesar de estas perspectivas, hay aspectos clave que nos ayudan a distinguirlos:

• El propósito con el que se crean.
• La manera en que el público o la audiencia interactúa con ellos.
• La función que cumplen.
• Las habilidades y procesos creativos de quien los realiza.

Aunque están profundamente conectados y a menudo se complementan, el arte y el diseño tienen características únicas que los hacen especiales. A continuación, exploramos cada uno de estos puntos para ayudarte a comprender mejor su naturaleza y las formas en que se relacionan.

1. El arte pregunta, el diseño responde

Cuando decimos que el arte y el diseño sirven y son creados con diferentes propósitos, es porque el arte es creado desde los sentimientos mientras que el diseño esta creado para dar solución a un problema de comunicación.

¿Para qué crees que sirve el arte? Lo que busca el arte es sólo inspirar a que el espectador se cuestione mientras que el diseño busca a una audiencia que le haga caso al mensaje que está transmitiendo, mismo que fue confeccionado previamente.

Esto no quiere decir que el artista no haga arte pensando en enviar un mensaje, al contrario hay quienes creemos que toda obra artística es una crítica ya sea al sistema o en contra de él, pero si pensamos por ejemplo en una obra de Banksy, quien es super conocido por hacer criticas al sistema y a nuestra sociedad, si bien lo que está buscando con su obra es mandar un mensaje no está describiendo lo que la gente debe de hacer con él, está invitando a la reflexión a que nos cuestionemos quiénes somos cómo personas o sociedad.

En cambio el diseño busca crear una solución a un problema el cuál es ¿cómo podemos comunicar esto y que se entienda claramente nuestro mensaje y lo que esperamos que la audiencia haga con él? El diseño no se interpreta, está creado para ser consumido tal como es.

Y no sólo como producto final, desde el momento de su creación el diseño cumple con ciertas estructuras y procesos que el arte no. Y no estoy diciendo que en el arte no existan reglas como la proporción o el punto de fuga o la luz, etc. Si no que al momento de crear arte estamos creando una pieza desde nuestros deseos internos utilizando conceptos que pueden ayudarnos mejor a re-interpretar nuestra realidad pero esto no es meramente necesario.

En cambio en el diseño se cumplen procesos, o más bien se replican con el fin de poder hacer que nuestro mensaje llegue a la audiencia, o cumpla con la función que necesite llenar (y sea una solución).

¿Te acuerdas que siempre se nos olvida el diseño industrial? Pues este es un buen momento para recordarlo, sobre todo cuando hablamos de soluciones.

Una obra artística, por muy extraña que te parezca no necesita cumplir una función más que inspirarte a cuestionar (incluso si eso es arte en realidad o no), en cambio en el diseño el objeto o producto sí cumple una función y está solucionando o llenando una necesidad. Piensa en una silla. Por muy simple que este producto te parezca cumple con una función, nos permite poder sentarnos. Existen diferentes tipos de sillas para diferentes necesidades, las hay para el exterior, para la oficina, las que se usan para los eventos, las que en realidad cumplen con la función de servir para sentarnos pero son en realidad bancos o sillones, etc.

El que las sillas ya existan y sean de cuatro patas no necesariamente quiere decir que no puedan crearse o diseñarse más sillas y de diferentes estilos, ya sea para cumplir con la necesidad de estilizar la habitación o el gusto del cliente, etc.

Otro ejemplo de diseño es el de sitios web, donde dependiendo de las necesidades de la persona (o marca) se hace el trabajo. Si quieres saber más sobre este tema puedes visitar nuestro artículo: Tendencias de diseño web.

2. La manera con la que el público o audiencia interactúa con ellos

Ya dijimos que nosotros interactuamos con diseño todo el tiempo y que reaccionamos, interpretamos o consumimos el arte y el diseño de maneras diferentes. También que el arte puede estar sujeto a la interpretación a diferencia del diseño. Por eso existe gente que dice que el arte es cuestión de gusto y el diseño de opinión. Esto puede sonar confuso porque existen obras de arte que a nuestra opinión resulten ser horribles o no tener lógica.

Cuando vamos a una galería de arte, o cuando simplemente analizamos una obra en cualquier parte, lo que hacemos es juzgarla de acuerdo a nuestros propios estándares. Que si te pareció grotesca, que si no te inspiró, que si sólo se trata de bolitas o palitos, etc. Nuestra percepción de lo que es buen arte o no está basada o formada sobre nuestros gustos, lo que consumimos y lo que apreciamos por encima de todo.

En cambió decimos que en el diseño es una cuestión de opinión porque puede que un diseño no te guste o no se te haga bonito pero esto no quiere decir que no sea funcional. No quiere decir que esté cumpliendo con sus objetivos. Piensa en un cartel promocional de comida, ¿cuántas veces no nos hemos topado con carteles que no nos gustan y que fueron creados por profesionales? Aquí no se trata si me gusta o no, o si me inspiró o no. En el diseño la pregunta es, ¿cumplió con su función? Sí, entonces es un buen diseño.

Esto tampoco quiere decir que no existan diseños que se puedan mejorar. Por ejemplo en el caso de la silla. El objeto cumple con su diseño, pero hay de sillas a sillas, puede que una silla super cómoda se te haga fea o fuera de estilo, pero eso no quita que la silla cumpla y sea considerada como funcional. Imagina que hay una silla que por el contrario, te encanta pero está mal diseñada y no es ni cómoda ni funcional. Está muy bonita pero no puedes sentarte en ella. Al final la silla no está cumpliendo con su propósito y por ende no es un buen diseño.

Además, como ya te habíamos explicado, nosotros interactúamos con diseño todo el tiempo pero el arte por lo general está para que lo observemos y disfrutemos en museos, esculturas, canciones, etc. Si bien estamos en contacto con el arte y las expresiones artísticas todos los días, no hacemos uso de ellas con el fin de utilizarlos por necesidad. Si obvio, la música y las expresiones artísticas pueden generarnos unas ganas gigantes de estar presentes en nuestra vida (aquí entre nos yo necesito usar música para escribir) pero lo hacemos para inspirarnos.

3. La función de cumplen

Ya explicamos en el punto anterior que en el caso del diseño la funcionalidad es clave. Ya que lo que el diseño busca es proponer soluciones a problemáticas de la vida real. Y el arte no, lo que busca es cuestionarte sobre la realidad o la percepción que tienes de ella. Ahora, hablemos de la función con la que fueron creados.

Un diseño cumple con una función específica porque fue creado con ese motivo. Cuando eres un diseñador creas productos con el fin que se te fue encargado, y sí ya se que hay muchos artistas que realizan comisiones (y por eso se pone intenso y confuso el debate). Toda la Capilla Sixtina fue un encargo para la iglesia. Muchas veces el arte y el diseño llegan a entrelazarse o cruzar caminos pero en esencia siguen siendo opuestos.

Incluso Miguel Ángel haciendo toda la Capilla Sixtina logró hacer que sus políticas personales estuvieran en medio de su arte. ¿Has escuchado de las teorías de que en una de sus más icónicas representaciones de la conexión entre Dios y el ser humano tiene un cerebro escondido?

¿Ya ves? Incluso si es mentira, el arte tiene múltiples interpretaciones, algo que el diseño no se puede permitir.

Imagina que contratas un diseñador para que haga tus anuncios en Facebook. Puede que cree toda una imagen o haga una edición padrísima pero si al final no pone para qué es tu anuncio o la foto no tiene nada que ver con el mensaje que quieres proyectar, el usuario lo va a interpretar de otra manera y no habrás cumplido con tu propósito de obtener más ventas.

Incluso los ilustradores que trabajan para libros hacen una interpretación del texto, no todos tienen el mismo estilo. Algo muy diferente cuando un diseñador crea un logo, que si bien puede ser un dibujo, o una figura lo está haciendo pensando en cómo se verá en materiales de papelería o en las fotos publicitarias o qué tan factible será para que el público lo recuerde.

Por eso aunque una persona tenga muchísimo talento y nos encante su arte, debemos tener cuidado al momento de contratarlos porque ser un gran artista no es lo mismo que ser un buen diseñador.

4. Las habilidades de quien los realiza

No necesitas ser un gran artista para ser un diseñador. Esto no tiene nada que ver, de hecho la mayoría de los diseñadores que conozco no saben dibujar y eso no disminuye la calidad de su trabajo.

En el diseño se necesitan aprender las reglas para solucionar los problemas y además ciertos softwares como illustrator y photoshop (en el caso de que seas diseñador gráfico). En el arte no.

Si bien todos los artistas necesitan o deben aprender sobre composición, proporción y la dinámica de la luz, esto no implica que lo utilicen en su trabajo. Piensa en los caricaturistas o en aquellos que hacen artes plásticas. En el arte lo que se toma en cuenta es el talento al momento de crear una obra, y aunque hay mucha gente que cree que el talento es todo la realidad es que sin importar el tipo de arte en el que te quieras desarrollar es super importante que practiques para desarrollar tus habilidades como artista.

El diseñador aprende conforme a la práctica a entender y darle solución a las problemáticas y necesidades con las que nos enfrentamos día con día, mientras que el artista aprende y practica para que la visión que quiere proyectar sea lo más perfecta y acertada posible a la que tiene en su cabeza.

Como bien dicen por ahí, el talento sólo es el 1%, lo demás es práctica.

En conclusión...

Hablar de arte y diseño son cosas diferentes, aunque muchas veces incluso en nuestra defensa de las diferencias acabemos por encontrar similitudes. Si bien hay momentos donde el arte y el diseño pueden cruzarse, la realidad es que son opuestos.

No necesariamente tenemos que entender el arte para disfrutarlo, de hecho podemos sólo disfrutar el arte y ya. No necesariamente tiene que tener un punto de partida ya que proviene de las intenciones y emociones de quién lo crea. En cambio el diseño sí, tiene una razón para ser y para existir. Cumple con una función específica y resuelve una necesidad.

Además muchas veces el arte depende del contexto y el diseño es el contexto. ¿Confuso verdad? Pero por ejemplo, imaginemos que hacemos una silla de pet con todas las botellas que tenemos en nuestra casa y la adornamos, la hicimos porque quisimos, es una obra de arte y nos invitan a exponer en el museo, muchos interpretarán que es el desperdicio o la contaminación de nuestra sociedad, otros que es el símbolo de la silla eterna del tiempo que tarda en descomponerse el pet o algo por el estilo.

Imagina que alguien te compra la silla y la lleva a su casa y en vez de ponerla como lo que es, una pieza para admirarse, lo utiliza como otra silla para sentarse.

El arte ha perdido todo su valor porque se ha convertido en un objeto funcional, que nos invita a utilizarlo más que a interpretarlo.

Ahora supongamos que creamos la misma silla o tengamos la misma idea de hacerla pero porque estamos buscando una manera de reciclar todas esas botellas y darles un uso más productivo, así podríamos reducir la tala de árboles, hacer los muebles más accesibles para todo el mundo y reciclar recursos que tardan AÑOS en descomponerse.

¿Ya ves? Estamos buscando una solución a una problemática real y en este contexto no estamos haciendo arte, estamos diseñando para que nuestro objeto sea funcional y pueda servirle a todo mundo.

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